Cruz Azul no está para dejarse sorprender. Prácticamente con el pase a cuartos de final en la bolsa, requieren de un golpe anímico para alimentar la esperanza de campeonato.Otro de los objetivos que conseguirían los de La Noria con el triunfo es que irremediablemente accederían a la siguiente fase como uno de los mejores cuatro equipos. La Máquina, además, busca gestar una paternidad sobre el americanismo. Lleva dos triunfos en fila y quieren seguir haciéndolo.
Todo estará listo para ver si las Águilas acaban humilladas por sus tres rivales o si son capaces de al menos ganarle al Cruz Azul, aunque estén en el abismo de la eliminación. La realidad americanista pinta así, para que Cruz Azul le dé a las Águilas el último golpe, quizá también el más humillante, porque ni siquiera cuando los azulcrema terminaron en el último lugar del torneo (Clausura 2008) les ocurrió algo semejante.
La tribuna amarilla ya carga con varias vergüenzas en esta temporada. Han llevado bolsas de pan en la cabeza al estadio para observar que su equipo sólo obtiene tristezas. Parece inminente una nueva "limpia" en el vestidor y directiva del América, pero antes de que eso suceda, requiere salvar un poco del orgullo y prohibirse a sí mismo un descalabro frente a los Cementeros.
El mal torneo no quedaría salvado si obtienen los tres puntos ante el Cruz Azul, aunque les serviría para al menos dar un golpe que tendría como finalidad enfrentar el futuro con mayor optimismo. También, en un determinado momento, les podría funcionar para dejar desanimados a los celestes, justo antes de empezar la Liguilla. Incluso, si se da una combinación casi improbable, pero real, de resultados, podrían dejar marginada de la "fiesta grande" a La Máquina.
Todo estará listo para ver si las Águilas acaban humilladas por sus tres rivales o si son capaces de al menos ganarle al Cruz Azul, aunque estén en el abismo de la eliminación. La realidad americanista pinta así, para que Cruz Azul le dé a las Águilas el último golpe, quizá también el más humillante, porque ni siquiera cuando los azulcrema terminaron en el último lugar del torneo (Clausura 2008) les ocurrió algo semejante.
La tribuna amarilla ya carga con varias vergüenzas en esta temporada. Han llevado bolsas de pan en la cabeza al estadio para observar que su equipo sólo obtiene tristezas. Parece inminente una nueva "limpia" en el vestidor y directiva del América, pero antes de que eso suceda, requiere salvar un poco del orgullo y prohibirse a sí mismo un descalabro frente a los Cementeros.
El mal torneo no quedaría salvado si obtienen los tres puntos ante el Cruz Azul, aunque les serviría para al menos dar un golpe que tendría como finalidad enfrentar el futuro con mayor optimismo. También, en un determinado momento, les podría funcionar para dejar desanimados a los celestes, justo antes de empezar la Liguilla. Incluso, si se da una combinación casi improbable, pero real, de resultados, podrían dejar marginada de la "fiesta grande" a La Máquina.
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